EL LOCO QUE AMA
(Me demoré en hacerlo)
(Basta con una vez)
El Loco dentro de la identidad ecuatoriana
(Me demoré en hacerlo)
(Basta con una vez)
El Loco dentro de la identidad ecuatoriana
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Hablar de la identidad ecuatoriana y no mencionar aunque sea de refilón a Abdalá Bucaram Ortiz alias "A-bla-bla", "Abogado" o "El Loco que ama", es como probar un ceviche (o cebiche) sin limón y chifles: en la teoría es posible y está bien, pero algo falta.
El abogado Abdalá Bucaram Ortiz fue elegido presidente de Ecuador tras su tercera candidatura (chúpate esa Alvarito), habiendo hecho uso de una notable maestría en una práctica sublime e histórica de varios anteriores (y futuros) gobernantes o figuras de autoridad de Ecuador y América Latina: El Populismo, lo que significa: darle al pueblo: palabra, pan y circo.
La historia de Abdalá Bucaram y su corta pero controvertida presidencia es extensa, y ni se diga las consecuencias de su mandato en la historia de Ecuador, sin embargo es mejor enfocarse en las razones por las que he considerado "super pero que pertinente", incluir al Loco, su partido político, su demagogia y su populismo como algo fundamental (como los chifles y el limón para el ceviche/cebiche) para la identidad ecuatoriana.
"El otro" es un recurso retórico subjetivo que forma parte vital de la identidad de una persona o conglomerado, es un concepto construido en torno a la diferenciación entre lo que
somos/creemos ser y lo que es el otro o lo que creemos que es. Para la gran mayoría del pueblo ecuatoriano antes y después de la entrada en escena del Loco: "el otro" es el rico y el oligarca, en este punto dentro de su ascenso a la presidencia del Ecuador el Loco hizo un magnífico uso del populismo y de la concepción de otredad de la gran mayoría del pueblo ecuatoriano, para ello basta citar un extracto del discurso que diera tras pasar a la segunda vuelta: "¡Que en el Ecuador es verdad, hay una marihuanera, hay una prostituta y
una ratera, pero que esa marihuanera, esa ratera y esa prostituta, son
las oligarquías ecuatorianas!" (mismo discurso que popularizó el "Y Ahora" que se encuentra en forma de botón al inicio de esta modesta disertación), como podemos ver, el uso que Abdalá Bucaram hace del concepto de la otredad (aunque probablemente lo desconozca de manera atropológica) es determinante para el éxito de su campaña política pues solo hace falta escuchar el furor y exitación del pueblo frente a sus declaraciones.
La historia de Abdalá Bucaram y su corta pero controvertida presidencia es extensa, y ni se diga las consecuencias de su mandato en la historia de Ecuador, sin embargo es mejor enfocarse en las razones por las que he considerado "super pero que pertinente", incluir al Loco, su partido político, su demagogia y su populismo como algo fundamental (como los chifles y el limón para el ceviche/cebiche) para la identidad ecuatoriana.
"La otredad"
El P.R.E. el Clan de Abdalá
Un clan es un conjunto de personas que se sienten cercanos debido a que llevan el mismo nombre, Abdalá Bucaram fue el fundador de un interesante clan en la política ecuatoriana, clan que adquirió la importancia suficiente como para moven hilos importantes en la política ecuatoriana, el ahora extinto: Partido Roldosista Ecuatoriano, lejos de los atropellos perpetrados por El Loco a los hijos del prometeico y fallecido presidente Jaime Roldós Aguilera (cuñado del Loco), la creación de un partido político con un totem representado por la figura de Jaime Roldós, es sumamente ingeniosa como estrategia política ya que al fin y al cabo le valió su llegada al poder.
Las máscaras de Abdalá - La teatralidad echa persona -
El Loco en su juventud no fue ni de cerca, parecido a lo que sería en su madurez...
Fue el último de un matrimonio de doce hijos, estudió medicina aunque no culminó sus estudios y finalmente se recibió como abogado. Durante su juventud (en marcado contraste con su carrera política tan quijotesca) fue un laureado deportista que llegó hasta a formar parte del equipo olimpico de atletismo de Ecuador, obteniendo una marca nacional de atletismo (diez segundos con tres décimas), siendo también campeón
sudaméricano de 400 metros planos y obteniendo una licenciatura en educación física en Alemania (chúpate esa Alvarito).
Estudiante aplicado, deportista laureado, intendente de policía moralista, político excéntrico, presidente moralista y populista, víctima política en exilio, son las máscaras que Abdalá adoptó durante su vida, queda por ver si realmente es un loco incapacitado mental, un genio político o un gran deportista retirado, sin embargo su uso de las máscaras al menos en su carrera política no deja de ser fascinante en materia de la teatralidad del ser humano en busca de modular sus conductas de acuerdo al contexto requerido.
La Memoria
Este tema se relaciona bastante con "El P.R.E. el Clan de Abdalá", Abdalá hizo un uso ingenioso de la figura y representatividad del fallecido "primer presidente demócrata del Ecuador luego de una época de dictaduras funestas", convirtiendolo en estandarte de su lucha política y dando utilidad práctica (para los fines del Loco) a la fresca memoria que Roldós y su esposa habían dejado en los corazones ecuatorianos, usando además las dudas (que persisten hasta hoy) sobre "el accidente" que cobraría su vida.
A diferencia del resto de clases dominantes que buscaban con ahínco sepultar en el olvido
(erosionando la memoria colectiva hasta dejar menos que un recuerdo) la muerte de Jaime, Abdalá quería lo contrario: no permitir que se olvide ni que se erosione la memoria de Roldós, para usar la emotividad existente en el pueblo a favor de sus cometidos.
A diferencia del resto de clases dominantes que buscaban con ahínco sepultar en el olvido
(erosionando la memoria colectiva hasta dejar menos que un recuerdo) la muerte de Jaime, Abdalá quería lo contrario: no permitir que se olvide ni que se erosione la memoria de Roldós, para usar la emotividad existente en el pueblo a favor de sus cometidos.
El Loco en la construcción de identidades
Abdalá no solo fue un artífice ingenioso en la construcción y uso de la identidad ecuatoriana como acabo de demostrar (eso espero) en estos cortos párrafos de disertación, sino que además forma parte de la identidad ecuatoriana ¿a quién no le resulta inevitable divertirse, avergonzarse o enfurecerse con la simple mensión de "El Loco"? Casi todo ecuatoriano lleva como parte de su identidad el populismo que forjó la nación durante décadas y las huellas que el loco dejó en la historia de Ecuador como el más quijotesco (sin ofender a Cervantes) de los presidentes ecuatorianos.
Despues de todo es difícil no incluir como parte de nuestra identidad a un presidente que cantó con los iracundos y bailó el rock de la cárcel
(Nótese que usa el concepto de Gustave Le Bon "La Masa")
Eso es todo, me despido
Att. Juan Diego Páez
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