Elaborado por: Ruth Perguachi
La lengua y el lenguaje en sí, son la base de la construcción y expresión de una cultura. La identidad que alrededor de ellos se fabrican está íntimamente ligada a la palabra que puedan decir en ese código particular.
Pero qué hemos perdido y qué hemos ganado en cuanto a nuestra identidad a través del lenguaje en esta era postmoderna, pues bien en la postmodernidad y debido a la variedad de roles, estatus, clanes, grupos étnicos, etc., se abre a la multiplicación de las identidades a raíz de este mundo globalizado, es así que el individuo se articula día a día en respuesta a una diversidad de identidades que lo interpelan:
1) Identidades de género y sexo
2) Identidades étnicas y raciales
3) Identidades generacionales y de roles familiares
4) Identidades adscritas a estilos de vida y actividades de ocio y creatividad
5) Identidades relacionadas con preferencias profesionales
6) Identidades espirituales o religiosas
7) Identidades nacionales
8) Identidades lingüísticas
En este sentido y tomando como punto de partida la globalización, hemos ganado en cuanto a la incorporación de términos, conceptos a nuestra lengua, pero ¿es esta una ganancia total o implica una desvalorización de la propia lengua frente a la predominancia de otras lenguas? Nos hemos distanciado de nuestras lenguas de origen, son cada vez menos los hogares en lo que se transmiten costumbres, tradiciones, etc., empezando así un proceso de aculturación forzada por los medios de comunicación, en la que las nuevas generaciones aprenden términos de uso común en otras latitudes ignorando las equivalencias idiomáticas de nuestro país.
De este proceso de aculturación del lenguaje surge un fenómeno por parte de las jóvenes generaciones, una lengua propia, un conjunto de modismos que es común entre los adolescentes, jóvenes e incluso entre algunos adultos que toman como su suyo esta lengua.
A continuación algunos modismos entre los ecuatorianos:
¡Qué huevada!: Qué tontería, qué mala suerte.
A full: Demasiado trabajo o tareas.
Chapa/Paco: Agente de policía.
Chira/Chiro: Sin dinero
De chiripa: Buena suerte o fortuna.
Chuchaqui: resaca, malestar producido tras ingerir grandes cantidades de alcohol.
Chuta: Expresión exclamativa para intensificar una expresión.
Fresco: No hay problema, no pasa nada, sin novedad.
Guachimán: Guardia de seguridad.
Joder: Fastidiar, hacer bromas de mal gusto a otra persona.
¡Habla serio!/Jura: Exclamación que expresa asombro.
Man: Persona masculina o femenina; plural: manes.
Mamerto: Tonto, lelo, ido.
Mucha: Beso.
Pana: Buen amigo, colega.
Pelada/pelado: Chica/chico, o novio/novia
Pluta/pluto: Ebria, ebrio.
Trancazo: Gripe muy fuerte.
Tuco: Corpulento (fuerte, no gordo).
Visaje: Vacilar a alguien (burlarse de alguien).
Batracio: Manera despectiva de referirse a personas con un estilo callejero, .Descarado, persona que hace algo sin importar que le afecte a otra persona.
(Tener) la bola de plata: Tener mucho dinero.
Caleta: Casa.
Camellar/camello: trabajar.
Cana: cárcel.
Encamador: Calumniador, mentiroso, fanfarrón.
Hecho trozos: Persona que se encuentra en un estado muy serio de ebriedad o demasiado triste.
Lámpara: Alarde, especialmente cuando se sospecha que es mentira.
Leona: Tener un hambre atroz.
Ruquear: Dormir.
Papelito: Nítido, bien hecho.
Patucho/patucha: Pequeño/pequeña de estatura.
Tirar: Tener relaciones sexuales.
Alaja/o: Simpático/simpática.
Chulío: Cobrador de bus.
Chumado: Borracho.
Cucho/cucha/cuchos: papá, mamá, padres
Hecho funda: persona que se encuentra en un estado muy serio de ebriedad.
Shunsho: Persona poco inteligente, tonta o tonto.
Tripea: Distrutan.
Cachar: Entender.
Te caigo: Llego donde estés.
Topas: Nos vemos.
Como podemos ver es muy difícil establecer fronteras lingüísticas, en cuanto a lenguaje se refiere es evidente que el cambio constante al que se encuentra sujeto gracias al enriquecimiento mutuo e interacción. Tener conocimiento de la definición de estos conceptos nos da un sentido de pertenencia e identidad con un determinado grupo, llevando al concepto de identidad a trascender más allá de la adquisición de costumbres sino al origen de nuevos elementos.
Referencias Bibliográficas:
• Pruvost de Kappes, M. El lenguaje que nos identifica ¿Cuándo comenzamos a conformar nuestra identidad? Recuperado de: http://educrea.cl/el-lenguaje-que-nos-identifica-cuando-comenzamos-a-conformar-nuestra-identidad/
• Zambrano, W. La lengua: Espejo de la identidad. Recuperado de: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/27675/1/articulo19.pdf
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